
El origen del té: Entre historias y leyendas
- Zoma Tea
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El origen del té:
Entre historias y leyendas
La casualidad o el azar aparecen como constantes alrededor de las historias que narran el origen del té. Sería difícil ponernos de acuerdo sobre la denominación de origen de esta legendaria bebida a partir de sus leyendas. No obstante, la lectura de estas narraciones, por extraordinarias que parezcan, merecen acompañarse de una buena taza de té.
¿Cuál es el origen del té? Existen tres leyendas cuyas historias nos llevan por un recorrido de olor y sabor. Taza de té de porcelana japonesa.
Más allá de las leyendas, lo fundamental es el rol del té en la historia de la cultura actual. Se trata de un símbolo que pasó de ser conocido por sus beneficios digestivos a convertirse en una ceremonia formal; y, en la actualidad, una bebida tanto para reuniones sociales, como con fines de relajación, entre otros beneficios.
El origen del té según 4 tradiciones milenarias
¿Quién inventó el té? ¿Dónde y cómo se preparó la primera taza? Te contamos cuatro leyendas fundamentales para conocer más de los albores del té. Si bien todas las tradiciones admiten que se originó en China, cada una tiene sus propias leyendas.
Plantación de té en el sudeste de Asia.
China
Según la leyenda china, el té fue descubierto accidentalmente por el emperador Shen-Nung; un erudito herbolario y el primero en reconocer los beneficios del té como parte de su medicina tradicional. En este país de oriente, el mito y la historia dan lugar a dos populares versiones de cómo fue descubierto el té.
En una versión, Shen-Nung es un ser inmortal con piel transparente; cualidad que le permitía observar directamente el efecto que las hierbas y plantas que comía tenían en su cuerpo. Seguido se enteraba de historias de personas que se envenenaban por comer plantas desconocidas; por lo que pensó que él podría probarlas y decirle a la gente cuáles no hacían daño.
Según esta leyenda, un día Shen-Nung ingirió tantas hierbas, que se envenenó 72 veces. Tras una de las ingestas, mientras descansaba debajo de un árbol, sintió que iba a morir. De repente, cayeron desde arriba algunas hojas de color verde y de ligera fragancia. Shen-Nung tomó una de las hojas y comenzó a masticarla lentamente. Aunque tenía un sabor un poco amargo, su boca y lengua se sintieron frescas de nuevo, y su estómago comenzó a sentirse mejor. El dios se dio cuenta de que las hojas tenían un efecto desintoxicante; y feliz por su descubrimiento, gritó “T’sa" (Cha), que en chino (查) significa “examinar” o “revisar”. Desde entonces, los chinos adoptaron "cha" como el nombre del té; pero unos siglos después se escribiría con un ideograma diferente: 茶 (‘chá’).
Xu Jetian, Shennong, uno de los emperadores míticos de China (S. XVIII). Tinta sobre seda. Colección: Biblioteca Nacional, París. Escaneado por Szilas del libro Kínai költészet (Poesía China). Dominio Público.
En la segunda versión, Shen-Nung es un emperador; que tenía la costumbre de descansar bajo la sombra de un árbol, hervir agua para purificarla y beberla. Un día, sin que nadie lo notara, una hoja de té se desprendió de un árbol y cayó en el agua: dando lugar a una infusión. Shen-Nung probó el elixir atraído por el olor y quedó fascinado con su sabor. Gracias a ello ordenó que se plantaran semillas de Camellia sinensis, la planta de la que provenían las hojas. Se cree que fue así como nació el té —en el año 2,737 antes de nuestra era.
Guo Xu (1456-c. 1529). Descripción: esta pintura representa a Shen-Nung mientras mastica una rama, ilustrando su rol como sanador. (1503). Tinta y color sobre papel. Colección: Museo de Shanghai. Dominio Público.
India
En la India la leyenda tiene al Príncipe Bodhi-Dharma, fundador de la escuela zen del budismo, como protagonista. Alrededor del año 500 a. C., Bodhi-Dharma dejó la India para predicar el budismo en China. En una versión, tras años de peregrinar (5, 7 ó 9, dependiendo de la fuente), estaba cansado y enfermo. Unos sabios le recomendaron hacer una infusión con las hojas de un árbol; y gracias al remedio, sanó y continuó su viaje. En otra, el príncipe se encontraba meditando y se quedó dormido durante 9 años. Cuando despertó, disgustado por el ‘contratiempo’, se cortó los párpados. Cuenta la leyenda que estos cayeron al suelo y dieron lugar a los primeros arbustos de té.
Mujeres de la India en una plantación.
Japón
La leyenda sobre el origen del té en Japón también cuenta la historia del Príncipe Bodhi-Dharma. Aunque retoma la versión hindú, ofrece 2 tratamientos ligeramente distintos.
En la tradición nipona, un peregrino arrepentido prometió meditar durante 7 años. Aunque el penitente prometió no dormir durante esos años, se quedó dormido la primera noche. Al día siguiente, molestó por no haber cumplido su promesa, tomó un cuchillo y se cortó los párpados; cuando estos tocaron el suelo, echaron raíces y se convirtieron en enormes arbustos. Al ver lo que había ocurrido, el príncipe usó las hojas para preparar una bebida.
¿Una infusión mientras lees sobre el origen del té? Te recomendamos nuestro matcha latte.
En la otra versión, Bodhi-Dharma meditó durante siete años antes de que se sintiera demasiado cansado; y para evitar quedarse dormido, se cortó los párpados y los tiró al suelo, donde se convirtieron en árboles de Camellia sinensis. Después de recoger algunas de las hojas de té, las masticó y se sintió enérgico; por lo que concluyó que el té lo había ayudado a mantenerse despierto.
Independientemente de la versión, las noticias sobre las cualidades refrescantes y vigorizantes de la infusión se extendieron; y su aroma y sabor le confirieron la fama de “bebida divina”. En la actualidad, en japonés se utiliza el mismo carácter para párpados y té.
La contribución japonesa del origen del té es muy interesante por varios motivos. Por un lado, porque enlaza la tradición del té de la India y China (previas a la japonesa). Por otro, porque supone que ocurrió después de que el Príncipe se fue de la India, su peregrinación y posterior arribo a Japón (alrededor del 500 a. C.); y, finalmente, porque conecta el té con la meditación.
Ilustración: Schichiju-Ichiban Shokunin Utaawase. Concurso de poesía de artesanos (1846). Copiado por Kanō Osanobu y Kanō Masanobu.Descripción: A la derecha, una casa de té abierta que sirve matcha; a la izquierda, un vendedor ambulante que ofrece extractos. La ropa de monje de Ippuku Issen representa la relación entre la cultura matcha, las ofrendas de té y el budismo. Dominio Público.
Corea
Por lo general, en Corea el origen del té se atribuye a los monjes que estudiaron y/o vinieron de China. Sin embargo, hay una leyenda que goza de gran popularidad.
Se dice que el Rey Suro fue uno de los seis príncipes nacidos de huevos que descendieron del cielo. Hacia el 48 d. C., el rey Suro se casó con Heo Hwang-ok, una princesa del reino de Ayodhya (India). Cuando se casaron, ella trajo un bote lleno de su dote, que incluía semillas de té; dando lugar a que la cultura del té se extendiera en Corea.
Lo más interesante de las leyendas sobre el origen del té es redescubrir cómo ha penetrado tantas culturas; explorar sus sabores y características, y darnos cuenta de que sigue siendo una bebida única. Un símbolo que pasó de poseer beneficios curativos al estatus de estilo de vida saludable.
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Referencias
- Itoen-global. “History of Tea”.
- Lisa Dong, “Legends on the Origins of Tea from China, Japan, and Korea”.
- Peet’s Cupping Room, “A History of Tea —from Myth to Modern Day”.
- Red Blossom Tea Company, “Tea Legends: The Discovery of Tea”.
- The Autumn Salon, “Tea Origins”.
- Topic Tea, “Myths, Stories and Legends of Tea”.
- Twinings, “The History of Tea”.
Libros sobre el tema
Shennong's Herbal Classic ó The Divine Farmerr’s Herb-Root Classic, compilación realizada en las dinastías Qin y Han (300 a.C.-300 d.C.), atribuido a Shen-Nung; Chinese Mythology, de Anthony Christie; y Rethinking Erlitou: legend, history and Chinese archaeology, de L. Liu y H. Xiu.